Nerzatum, el antiguo horror elefantino, fue resucitado por la nigromancia de la Orden Sylaveana. Pero, al despertar, volvió la necromancia de la Orden contra ellos y masacró hasta al último invocador. Seducido por el inmenso poder y la astucia de Nerzatum, el chamán Namarch de Sylaveth traicionó a la Orden y le juró lealtad a la bestia. Dondequiera que va Nerzatum, le siguen la carnicería y una ruina sin tregua. La línea entre los vivos y los muertos se vuelve irrelevante.