Lucien es una creación deforme de Syleus, el mago loco. Esta entidad retorcida pervierte el noble ideal del "Salvador de la Luz" y considera a todos los seres humanos como pecadores que deben ser purificados, lo que a sus ojos justifica su genocidio como un deber sagrado. Su nacimiento es el experimento más cruel de Syleus: un intento de probar que hasta la magia benévola es corrompible. Syleus ya había creado a Halibur, el Segador de la Muerte, antes de darle vida a Lucien. A pesar de tener el mismo creador, sus naturalezas opuestas de luz y oscuridad, de salvación y destrucción, hicieron que Lucien y Halibur chocaran. Como resultado, Lucien fue sellado en una dimensión abisal separada, lejos de Halibur. Allí continuó su masacre sin fin en el nombre de la expiación y la purificación.