Skultus, un mago de la Orden Sylaveana, le otorgó un Fragmento estelar como regalo a la reina hormiga Lacune para mejorar sus habilidades. La reina aumentó su tamaño, su poder y su quitina se tornó de un tono dorado reluciente. Al ver esto, Skultus susurró una promesa o, mejor dicho, una profecía: "Tu destino es gobernar el inframundo". Se concretó en poco tiempo, ya que Lacune ahora domina el inframundo desde un trono clandestino, un espacio secreto que creó con su magia.