Syleus convirtió la antigua tumba subterránea en su laboratorio, conocido como "Abismo de Syleus". Los pasillos laberínticos rebosaban de inmortales y monstruos, así que Syleus creó a Heliber, un seguidor, para que proteja del laboratorio. Como fiel sirviente de Syleus, Heliber guía a su amo por el laboratorio y elimina todo rastro de entidades intrusas.